
Un puente artesanal que fue construido inicialmente por la comunidad y reparado ahora con la ayuda de la Alcaldía y algunos concejales se ha convertido en problema, porque de acuerdo con denuncias, consumidores de marihuana cobran una especie de tributo al que quiera transitarlo.
La estructura de madera sirve para comunicar a los barrios Nueva Esperanza y Villa Melisa- sur de Montería, y debido a la presencia de delincuentes, la comunidad lo dejó caer, pero en las últimas horas fue arreglado.
Ahora quienes utilizan el paso esperan que construyan uno de cemento y que haya vigilancia policial constante para evitar la presencia de habituales consumidores de sustancias alucinógenas.
Antes de que no existiera el puente, las personas debían hacer un recorrido en el que invertían hasta media hora.
Actual
Veolia:“planta de aguas residuales nororiental de Montería funcionará en marzo
Este domingo buena parte del sur de Montería estará sin energía eléctrica
Villa Melisa tiene más espacios para la recreación y el esparcimiento